Obviamente esto se logra a través de un Maestro que será el ejemplo y el modelo y que a través de la práctica guiará al alumno por la Vía de la armonía total.
Por todo lo dicho se puede comprender claramente que en Karate tradicional no pueden existir los autodidactas.
Efectivamente, no se puede ser Maestro, si no se ha tenido un Maestro, y para ser un Maestro se necesita haber sido alumno.
Es una cadena discipular que se transmite de generación en generación y continuará siempre, en tanto exista el Karate tradicional.